Se solicita guarda espaldas
Y yo que pensaba que vivía en una ciudad segura
Me eh desconectado mucho, yo lo se, tengo muchas cosas que escribir, les debo mi relato del fin de semana extremo segunda parte, vaya que eso si fue extremo, más extremo que el festejo extremo. Les debo la segunda entrega de mi súper investigación de mi maestra es lencha/no es lencha. Les debo mis dilemas para escoger el regalo de mi pecosita, algunas de mis flatulencias mentales y algunas otras pendejadas que me han pasado, pero hoy quiero contarles lo que me paso este fin de semana (vaya que a sido un mes extremo).
Resulta ser que el sábado mi madre (doña mama de frifola) y yo fuimos a visitar a mi tía, pero como vive cerca de la casa decidimos irnos caminando, además llevábamos a la beba en su carriola porque iba a pasarse el fin de semana allá. Llegamos y nos quedamos un buen rato, comimos, vimos una peli, platicamos de mil cosas, nos reímos, en fin, la pasamos muy bien, y como a eso de las 8:30 mi mama dispuso “ya vámonos” y frifolita como es muy obediente le hizo caso a su mama. Nos despedimos y nos fuimos.
Caminábamos tranquilamente por la calle, a dos cuadras mas o menos de la casa de mi tía, íbamos platicando doña mama de frifo y yo, ya ni me acuerdo de que platicábamos. La calle estaba como de costumbre, hacia un poco de frío, y estábamos pasando justo debajo de una lámpara de alumbrado público cuando de frente a nosotras venía corriendo dos tipos con ropa obscura, los vi a lo lejos pero no les tomé importancia.
Todo pasó tan rápido que no recuerdo con exactitud cada detalle.
Cuando me di cuento esos tipos venían directo a nosotras, lo primero que se me ocurrió fue “estos tipos nos quieren asaltar”, la calle estaba sola, siempre pasan mil carros por ahí pero no pasaba uno solo!, ni un alma, nadie ni nada que pudiera ayudarnos.
Me quede como estática porque entendía muy bien lo que estaba pasando. Cuando los tipos ya estaban casi sobre nosotras mi mama se abrió hacia la calle pero yo no me moví, hasta que sentí que el que venia mas adelantado me tomo del brazo y me apretó. Debo admitir que todo fue demasiado extraño, mi mente no carburaba muy bien lo que estaba sucediendo. En general estaba muy tranquila, no me sobresalte ni nada cuando el primer tipo me tomo del brazo. Se veía agobiado, no olia a alcohol, pero si tenia una expresión un tanto rara, yo creo q como drogado o algo así.
El otro tipo cuando vio que el primero me tomo por el brazo, guardó su distancia y le decía "porque robas? porque robas?" entonces me di cuenta que ese tipo estaba persiguiendo al primer tipo, pero aún así no me daba mucha confianza porque había sido una persecución bastante rara porque como que corrían y no corrían.
"porque agarras a la muchacha" le decía repetidas veces. Yo era como una estatua, me limitada a mirar mi brazo sujetado por el wey ese. Mi mama estaba asustadísima y en cuando vio que el tipo me agarró se abalanzo sobre mi para jalarme y que el wey ese me soltara.
Mi mama me jalaba y me jalaba pero no lograba liberarme. Yo estaba estúpida, en serio estúpida. no hacía movimiento para intentar liberarme, en cierta manera sabía que el tipo ese no me estaba haciendo nada, y estaba bastante desviado de sus 5 sentidos, casi podía sentir que no sabia lo que estaba haciendo, pero al ver que éramos las únicas que estábamos ahí pues se acerco a nosotras.
El segundo wey no hacía nada, yo pensé que iba a tratar de ayudarme, porque el tipo me tenía fuertemente agarrada del brazo, pero no! no hizo nada!, solo le decía "porqe robas?" "¿porqe agarras a la muchacha?"
Mi madre seguía jalándome, y en su desesperación comenzó a gritar ahogadamente "auxilio auxilio". Fue entonces cuando yo creo que el tipo se asustó y entre que mi madre me jalaba, aflojo su mano y pude liberarme. Comezamos a correr pero no pudimos avanzar mucho. Fue ahí donde verdaderamente me asusté.
Mi mamá estaba super mal, se oprimia el pecho y lloraba muy angustiada. Sinceramente pense que se me iba a morir ahí. Trataba de hacerla respirar mas tranquilamente, pero en verdad que estaba muy exaltada. Mi mama es hipertensa y yo pensé lo peor. Fue en verdad para mi los peores segundos, no me asuste de lo que acabábamos de pasar, si no de ver a mi mama en ese estado. No podía ni caminar, yo trataba de darle mi apoyo para poder caminar porque aún estábamos muy cerca de los tipos extraños, que se habían quedado unos metros atrás tirados en el suelo en una especie de pelea.
Seguimos medio caminando hasta que llegamos a la esquina donde mi mama pudo recobrar el aliento y yo me tranquilice porque ya se veía mucho mejor. Fue hasta ese punto donde comenzaron a pasar carros. Nos quedamos unos segundos mas paradas en esa esquina solo para que mi mama pudiera recuperarse un poco más, cuando volteamos y vimos que el tipo que me había sujetado del brazo se dirigía de nuevo hacia nosotras, pero afortunadamente paso un taxi y el tipo se subió en el.
Emprendimos de nuevo el viaje a casa y llegamos sanas y salvas. Yo me la pasé preguntándole a mi mama como se sentía, pero todo estaba en orden. Incluso al día siguiente mi mama se tomo la presión varias veces para ver como estaba pero afortunadamente no paso del susto.
Fue una experiencia bastante aterradora. Para mi por ver a mi mama tan mal, y para mi mama el ver que ese tipo me tenia sujetada del brazo y no me soltaba. En el recuento de los daños, placábamos como una situación tan inesperada puede cambiar tu vida en un instante. Afortunadamente a nosotras no nos paso algo grave, pero hay gente que se muere del susto, o porque le entierran navajas, o algo así.
Antes le decía a una amiga q era una exagerada por traer un spray de pimienta siempre en el bolsillo, pero ahora compraré muchos para mi mama, mi hermana, mi pecosa y yo.